viernes, 14 de octubre de 2011

Anomalías del cuello de la matriz

Un útero o matriz malformado interfiere con la fertilidad femenina, siendo la causa principal de abortos espontáneos. La incompetencia del cuello de la matriz, consiste en la fragilidad del cuello del útero, incapaz de mantenerse cerrado hasta el final del embarazo y retener al feto, lo cual también puede dar lugar a abortos tardíos de repetición. Se estima que en el 20% de las parejas estériles, las causas son debidas a problemas cervicales (cuello de la matriz).

Además, las anomalías congénitas interfieren en el funcionamiento sexual de la matriz y en la normalidad del ciclo menstrual.

Un útero normal tiene la forma de un triángulo invertido y un tamaño aproximado de 6 centímetros antes del primer embarazo. Conforme se presentan más gestaciones, éste crece unos milímetros.

En ocasiones, desde la gestación del feto en el vientre materno, los genitales femeninos internos no se desarrollan de manera adecuada, pudiendo provocar que no se forme la cavidad uterina, lo cual se conoce como útero rudimentario.
Anomalías del cuello de la matriz
Si el desarrollo uterino se detiene inmediatamente después del nacimiento se habla de útero fetal, el cual medirá no más de 4 centímetros cuando alcance su tamaño máximo y sus paredes musculares serán demasiado delgadas.

Ahora bien, cuando el crecimiento del útero se detiene en la infancia se denomina infantil, y apenas llega a medir 5 centímetros, de los cuales 3 pertenecen al cuerpo y 2 al cuello.

Existen diversas anomalías congénitas en el útero reconocidas por la ginecología:

Tabicado o septado. Es la anomalía más frecuente y se refiere a la incorrecta fusión de las paredes uterinas durante el desarrollo embrionario, lo cual hace que aparezca un tabique (septo) longitudinal en la cavidad uterina.

Bicorne o doble. Se presenta cuando el septo ó tabique divide a la cavidad uterina en dos partes, el cual se denomina completo cuando llega al cuello o cérvix (útero bicorne bicollis) o se interrumpe antes de éste (útero bicorne unicollis con septo). El tamaño del tabique determinará los posibles problemas para la gestación, así como las posibilidades de aborto o parto prematuro.

Curvado. La matriz tiene ligera depresión en su parte superior debido a una fusión incompleta, la cual le da forma de corazón.

Arcuato. El útero presenta una depresión cóncava en su fondo, que no llega a dividir al cuello en dos.

En forma de T. El útero no tiene la apariencia usual de pera, sino de “T”. Es más común en hijas de mujeres que han tomado medicamentos para prevenir abortos, por lo regular estrógenos sintéticos.

Síndrome de Asherman. En las paredes uterinas se forman cicatrices, generalmente como resultado de excesivo raspado durante un legrado o aborto inducido, lo cual impide que el embrión se implante como lo haría de forma natural y busca hacerlo en el cuello uterino o en las trompas de Falopio (embarazo ectópico), pudiendo llegar a expulsar al producto.

Las anomalías congénitas uterinas se presentan por lo general en quienes poseen antecedentes de aborto y partos prematuros, quienes manifiestan ausencia de menstruación (amenorrea); dolor considerable en la menstruación (dismenorrea); menstruación abundante (menorragia); inflamación abdominal durante la menstruación; dolor al tener relaciones sexuales (dispaurenia).

Ante la sospecha de anomalías en el útero, el especialista puede realizar tacto vaginal combinando con palpación abdominal, y para confirmar su diagnóstico puede llevar a cabo una o varias de las siguientes pruebas: Especuloscopía, Ultrasonido, Resonancia magnética, Tomografía axial computarizada, Laparoscopía, Histerosalpingografía, Histeroscopía.


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