Descubre los misteriosos rincones de tu cuerpo.
Como seguramente ya
sabes, el punto G femenino forma parte de tu anatomía y es un tejido que se
encuentra en la pared frontal de la vagina, a aproximadamente cinco centímetros
de su entrada.
Es sumamente sensible porque está rodeado de terminaciones
nerviosas y la mejor manera de estimularlo es explorarlo y tocarlo, o tener una
penetración por detrás durante el acto sexual.
Este enigmático y pequeño
espacio de la anatomía femenina, se considera el foco de la máxima excitación en
la mujer. Es una masa compuesta por nervios, situada a dos o tres pulgadas de la
entrada de la vagina, y de forma parecida a un fríjol. Su tamaño es,
aproximadamente, el de una moneda mediana, aunque su localización y dimensión,
pueden variar entre una mujer y otra.
Descubrir el Punto G, sin embargo,
no es una tarea fácil, por lo que algunas mujeres llegan a creer que no lo
poseen. Aquellas que sí lo han encontrado, dicen disfrutar mucho la posición de
“perrito” durante el acto sexual, ya que le permite al pene del hombre, un mejor
acceso a la pared del frente de la vagina, donde se encuentre dicho punto. Una
presión firme, un ritmo rápido y mucha fricción, facilitarán el logro del
orgasmo del Punto G. Es curioso cómo muchas mujeres, sienten una sensación
parecida al deseo de orinar, cuando se comienza a estimular el punto, por lo que
te recomendamos ir al baño antes de comenzar a hacer el amor. Es posible,
además, que eyacules una pequeña cantidad de un líquido blanco o transparente,
cuando llegues al clímax. Tal vez, a tu pareja y a ti, les cueste un poco de
trabajo encontrar el “mágico Punto G” pero sin embargo, vale la pena, pues
podrán adicionar placer, experiencia y nuevas sensaciones a la relación sexual.
Así que, ¡inténtalo! ¡No pierdas la oportunidad de experimentar un nuevo tipo de
orgasmo!
Sin embargo, en años recientes se ha descubierto que el hombre
también cuenta con un ‘sitio estratégico’ de sensibilidad extrema que si se sabe
explorar, puede ser estimulado para desencadenar orgasmos de dimensiones no
experimentadas.
Muchos hombres no quieren descubrir este punto por
considerarlo antihigiénico o por miedo a perder algo de su masculinidad, pero la
realidad es que quienes lo han probado no dudan en repetir esta experiencia
extremadamente satisfactoria.
Se le ha llamado el punto G masculino,
aunque en realidad se trata de la próstata, una glándula que genera el líquido
seminal que transporta a los espermatozoides.
Atrévete a
estimularlo
Si recibe un adecuado masaje, la próstata incita al hombre al
orgasmo. Sin embargo, él no puede estimularse a sí mismo tan fácilmente, ya que
su punto G está dentro del recto, por lo tanto será necesaria tu colaboración.
¿Quieres tratar? ¡Lo volverás loco!
* Podrás sentir la forma de nuez que
tiene la próstata si introduces con toda suavidad y delicadeza un dedo por el
conducto anal y lo guías a través de su pared frontal.
* Aproximadamente
a cinco centímetros presionas hacia adelante, es decir, hacia su pene hasta
notar el pequeño abultamiento a esa altura.
* La posición que facilitará
esta actividad es estando él acostado boca arriba con las rodillas contra el
pecho, que para él será más excitante si tú lo pones en esa postura e inicias la
exploración.
* Dale un suave y pausado masaje hasta que lo hagas llegar
al orgasmo, que será mucho más intenso que uno normal.
Es importante
insistir en que es sumamente delicado emplear el tacto en la zona anal, pues es
un tejido muy susceptible de lastimarse si lo no lo haces con sutileza o si no
empleas un lubricante.
¿Quieres que él goce el doble? Prodúcele un mayor
placer estimulando su punto G al mismo tiempo que le practicas sexo oral o
cuando él te esté penetrando.
Sugerencias importantes
Atrévete a
darle a tu amor el enorme regalo de experimentar un nuevo placer desmedido. Pero
es muy importante que antes tengas en cuenta los siguientes consejos:
*
Evita molestias o heridas teniendo las uñas bien recortadas.
* Usa
guantes de látex o un preservativo para una mayor protección.
* Aplica en
el dedo un lubricante a base de agua que encontrarás en cualquier
farmacia.
* Antes de introducirlo, toca suavemente la parte externa del
ano, haciendo círculos.
* Introduce la punta del dedo un centímetro
dentro del conducto anal y gíralo pausadamente haciendo círculos en su
interior.
* Pregúntale a cada instante qué sensaciones que le produce
cada movimiento.
AUMENTA EL PLACER
Descubre nuevas formas de placer.
El goce que produce la contemplación del cuerpo de la pareja se puede
multiplicar infinitamente si se agregan caricias, besos y abrazos en el momento
de la relación sexual. ¡Basta ya de sentirte reprimida! Es hora de dialogar con
tu pareja sobre dónde y cómo te gustaría que te tocara para que ambos puedan
disfrutar a plenitud y sin obstáculos del sexo.
Uno de los métodos para
llegar al orgasmo es la estimulación erógena, y los expertos en sexología han
comprobado que las áreas que provocan más excitación en la mujer son la boca, a
través de los besos, ya sean suaves o apasionados; desde el nacimiento del
cabello hasta la frente; las sienes, las cejas, los párpados y las mejillas. Una
bomba atómica son el lóbulo de la oreja, el cuello, los senos y el área
alrededor del ombligo. Y para culminar, el punto máximo femenino es el clítoris,
donde la sensibilidad y el placer se unen.
Para el hombre, las caricias en
los genitales son estímulos que provocan una excitación inmediata. Los hombros,
las palmas de la mano, la espalda, el pecho y los pezones son sus otros puntos
débiles en la intimidad. Con estos datos en cuenta, desde hoy comienza una nueva
etapa en tu relación, y pídele a tu pareja que te ayude a localizar los rincones
de sus cuerpos donde se esconde el placer. Comiencen la exploración erógena con
besos en las manos y los dedos en un ambiente relajado, y extiéndanlos por todo
el cuerpo. Mientras más se prolongue y se esmeren en el juego previo, mejor será
el resultado final. Apresurarse y perder el tiempo quitándose la ropa
inmediatamente, restará placer y beneplácito.
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