El
Cryptosporidium
El Cryptosporidium es un parásito;
desde su descripción a principios del presente siglo sólo en los últimos años,
dentro del contexto de la epidemia del SIDA, se ha reconocido su importancia
como causa de enfermedad en humanos; hasta 1995 fue considerado un comensal y en
1976 se comunicó la criptosporidiasis humana como causa grave de
enteritis.
Aunque el número de especies y cepas de
este protozoo no se conoce con exactitud se consideran, basándose en el tamaño
de los ooquistes, dos especies que afectan a los mamíferos: C. parvum y C.
muris; el primero se cree que es el que causa enfermedad diarreica en los
humanos. Como característica tintorial sus ooquistes tienen propiedades de
ácido-alcohol resistencia.
Situación en
España
La criptosporidiosis como enfermedad
indicativa de SIDA presentó una frecuencia del 1,7% del total de los 4208 casos
de SIDA declarados de enero a septiembre de
1998.
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Manifestaciones
clínicas
La criptosporidiasis se caracteriza por
una intensa diarrea acuosa, dolor abdominal (calambres y retortijones), pérdida
de peso, anorexia, flatulencia y malestar general. Pueden presentarse fiebre,
dolores musculares, náuseas y vómitos. Muchas veces la diarrea y el dolor
aparecen cada vez que se ingieren alimentos.
Su período de incubación se estima que
es de 2 a 14 días. La gravedad y duración de la enfermedad es variable en el
paciente inmunodeprimido. En el paciente inmunocompetente se autolimita en 1 o 2
semanas.
Se puede experimentar un volumen
diarréico elevado (1-25 litros/día), pérdida de peso superior al 10% del peso
corporal y dolor abdominal intenso que puede durar meses.
En algunos casos se han descrito cuadros de
colecistitis. |
Profilaxis y
tratamiento
La prevención de la criptosporidiasis
supone la vigilancia de los mecanismos a través de los cuales puede
transmitirse. El borrador de mayo de 1999 sobre Recomendaciones para la
Prevención de Infecciones Oportunistas en las Personas Infectadas con el VIH
ofrece las siguientes recomendaciones específicas:
Por otro lado, no existe en la actualidad ningún fármaco que se
pueda recomendar para la profilaxis primaria o secundaria de esta infección (no
existen medicamentos efectivos para prevenir la criptosporidiasis). En un
estudio clínico el tratamiento con rifabutina o claritromicina como profilaxis
anti-MAC pareció asociarse un riesgo reducido de criptosporidiasis, pero los
datos son insuficientes para elaborar una recomendación sobre su
utilización.
Del mismo modo, no pueden indicarse prácticas de preparación de
nutrición infantil que sirvieran para prevenir la criptosporidiosis: sin
embargo, deberán tenerse en cuenta las mismas recomendaciones que para los
adultos (ebullición del agua) al preparar alimentos infantiles.
Tratamiento
No se conoce un tratamiento antimicrobiano efectivo para curar
la infección por Cryptosporidium.
El tratamiento de la infección es fundamentalmente sintomático mediante agentes antidiarreicos y suplementos tradicionales (éstos últimos en los casos más severos, incluyendo de ser necesario la hiperalimentación por vía parenteral) y se orienta a prevenir los efectos de la diarrea buscando una correcta hidratación y alimentación del paciente (el empleo de agentes antidiarréicos inespecíficos puede ser efectivo de un modo limitado).
Se puede recomendar también un régimen de paromomicina (500 mg
por vía oral c6h con comida) durante 14-28 días, y luego 500 mg orales 2 veces
al día. Asimismo se ha estudiado el tratamiento con paromomicina 1g dos veces al
día + azitromicina 600 mg c6h. Cabe señalar que los estudios realizados de
tratamientos que incluyen la paromomicina sólo han podido demostrar mejoras
modestas, pero no la cura de la criptosporidiosis.
Otro régimen que hasta ahora ha obtenido resultadores
alentadores y puede recomendarse consiste en nitazoxanida, 1000 mg al día.
Regímenes alternativos incluyen tratamientos con octreotide, azitromicina,
claritromicina o atovacuona. El calostrum bovino hiperinmune se está estudiando
para probar si puede aumentar la producción de inmunoglobulinas naturales en el
cuerpo que combatan la criptosporidiosis.
Por otro lado, cabe señalar que se han utilizado derivados
opiáceos frente al dolor y la diarrea, y que los pacientes con criptosporidiosis
deben evitar las comidas con mucha grasa ya que son difíciles de digerir y
pueden aumentar la diarrea. Las comidas con lactosa (productos lácteos como
quesos, leche, helados, etc.), producen efectos similares a los antes
mencionados.
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