El rábano es una hortiliza cuyos
origenes se cree se encuentran en China y cuya principal caracteristica
nutricional es que cuenta con un bajo aporte calórico gracias a su alto
contenido en agua. Tras el agua, su principal componente son los hidratos de
carbono y la fibra.
De su contenido vitamínico destaca la vitamina C y los folatos.
La vitamina C tiene acción antioxidante, interviene en la formación de colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones.
Los folatos colaboran en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis de material genético y la formación de anticuerpos del sistema inmunológico.
Los minerales más abundantes en su composición son el potasio y el yodo, que aparece en cantidad superior a la de la mayoría de hortalizas. Contiene cantidades significativas de calcio y fósforo. El magnesio está presente, pero en menor proporción.
El calcio del rábano no se asimila apenas en comparación con los lácteos y otros alimentos que se consideran fuente importante y de gran aprovechamiento de este mineral.
El potasio es un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, además de intervenir en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.
El yodo es un mineral indispensable para el buen funcionamiento de la glándula tiroides. Ésta regula el metabolismo, además de intervenir en los procesos de crecimiento.
El magnesio se relaciona con el funcionamiento de intestino, nervios y músculos. Además, forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante.
En la composición de los rábanos destaca la presencia de compuestos de azufre de acción antioxidante.
Dichas sustancias son en parte responsables del efecto diurético y digestivo de los rábanos. Aumentan la secreción de bilis en el hígado (efecto colerético) y facilitan el vaciamiento de la vesícula biliar (acción colagoga), además de conferirle su sabor picante característico.
De su contenido vitamínico destaca la vitamina C y los folatos.
La vitamina C tiene acción antioxidante, interviene en la formación de colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones.
Los folatos colaboran en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis de material genético y la formación de anticuerpos del sistema inmunológico.
Los minerales más abundantes en su composición son el potasio y el yodo, que aparece en cantidad superior a la de la mayoría de hortalizas. Contiene cantidades significativas de calcio y fósforo. El magnesio está presente, pero en menor proporción.
El calcio del rábano no se asimila apenas en comparación con los lácteos y otros alimentos que se consideran fuente importante y de gran aprovechamiento de este mineral.
El potasio es un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, además de intervenir en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.
El yodo es un mineral indispensable para el buen funcionamiento de la glándula tiroides. Ésta regula el metabolismo, además de intervenir en los procesos de crecimiento.
El magnesio se relaciona con el funcionamiento de intestino, nervios y músculos. Además, forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante.
En la composición de los rábanos destaca la presencia de compuestos de azufre de acción antioxidante.
Dichas sustancias son en parte responsables del efecto diurético y digestivo de los rábanos. Aumentan la secreción de bilis en el hígado (efecto colerético) y facilitan el vaciamiento de la vesícula biliar (acción colagoga), además de conferirle su sabor picante característico.
La importancia de consumir rabanos
reside en que contienen unos compuestos de azufre, considerados como potentes
antioxidantes que ayudan a prevenir enfermedades. Se conoce la existencia de
seis especies de rábano, pero tan sólo se cultiva el conocido con el nombre
científico de Raphanus sativus.
El rábano es una planta de cultivo conocida desde la antigüedad por sus propiedades medicinales, en el antiguo egipto se suministraba alos trabajadores rábano y ajo para mantenerlos sanos, existen varias especies de rábanos, distintas entre sí por su forma y color. La especie negra es más fuerte y eficaz desde el punto de vista medicinal que la variedad más larga y blanca.
- Contra las afecciones hepáticas y de la vesícula biliar se recomienda una cura de jugo de rábano durante 15 días, la cual es también aconsejable para combatir los trastornos digestivos (incluso si van acompañados de estreñimiento) cuyo origen sea la insuficiencia de bilis, las inflamaciones de la vesícula biliar responden favorablemente ante esta cura. La dosis recomendada es un vaso de 50 a 100 g de jugo de rábano antes de las comidas.
Propiedades Curativas
del Rábano Negro
El rábano negro es una planta con hojas
alternas, de aspecto áspero y con flores blancas que se agrupan en racimo. Por
su contenido en azufre orgánico el zumo de rábano negro estimula la depuración
del hígado y la vesícula biliar. Sus principios activos tienen dos actividades
marcadas en hígado y riñones principalmente, es una buena planta para
restablecer la función hepática y biliar, es antiséptica y expectorante, en uso
tópico es rubefaciente, es un depurativo del hígado usandose para dispepsias,
sobrecarga hepática, digestiones lentas, migrañas de origen hepático,
transaminasas altas, etc.
Los principios activos presentes en la
raíz del Rábano negro son excelentes para regular las funciones del
colon, en especial los casos asociados a insuficiencias de la función
hepatobiliar. Estimula producción de bilis y aumenta la capacidad de contracción
de la vesícula biliar. Por ello, se recomienda tanto para la colitis con
estreñimiento como para la colitis diarreica.
Jugo de Rábano
negro
Del Rábano negro se utiliza el jugo que se extrae de la raíz, de olor penetrante y sabor acido muy característico debido a los principios activos del azufre. Se vende en herboristerías y farmacias especializadas comercializado en ampollas de cristal. Para que el remedio sea eficaz, lo mejor es no diluir el jugo añadiéndole agua. Lo que sí se puede hacer es camuflar un poco su sabor con unas gotas de zumo de Limón. La dosis aconsejada es de una ampolla antes de cada comida o, en caso de que la enfermedad persista, dos ampollas en cada comida y otras dos por la noche antes de acostarse. Para erradicar por completo el trastorno, conviene seguir unas semanas con el tratamiento y repetirlo durante los cambios de estación.
Del Rábano negro se utiliza el jugo que se extrae de la raíz, de olor penetrante y sabor acido muy característico debido a los principios activos del azufre. Se vende en herboristerías y farmacias especializadas comercializado en ampollas de cristal. Para que el remedio sea eficaz, lo mejor es no diluir el jugo añadiéndole agua. Lo que sí se puede hacer es camuflar un poco su sabor con unas gotas de zumo de Limón. La dosis aconsejada es de una ampolla antes de cada comida o, en caso de que la enfermedad persista, dos ampollas en cada comida y otras dos por la noche antes de acostarse. Para erradicar por completo el trastorno, conviene seguir unas semanas con el tratamiento y repetirlo durante los cambios de estación.
Cápsulas de Rábano
negro
Quienes no soporten el sabor acido y el olor penetrante del jugo de Rábano negro, pueden recurrir a las cápsulas, que contienen los principios activos de la planta en forma de extracto seco. Se venden en herboristerías y farmacias. La dosis normal es de tres cápsulas antes de la comida y la cena.
Quienes no soporten el sabor acido y el olor penetrante del jugo de Rábano negro, pueden recurrir a las cápsulas, que contienen los principios activos de la planta en forma de extracto seco. Se venden en herboristerías y farmacias. La dosis normal es de tres cápsulas antes de la comida y la cena.
MODO DE PREPARAR EL JUGO DE RÁBANO
Cortar el rábano y licuar hasta obtener la cantidad necesaria.
- Para la tos, el asma y los enfriamientos acompañados de fiebre se puede realizar cualquiera de las recetas siguientes:
RECETA 1
Mezclar 3 cucharadas de raspadura de rábano ó 1 cucharadita de raspadura de rábano rusticano con 3 cucharaditas de miel respectivamente.
Tomar de 3 a 5 veces al día una cucharadita. Sus efectos se manifiestan en una descongestión de la mucosa y una mejoría en la respiración.
Tomar de 3 a 5 veces al día una cucharadita. Sus efectos se manifiestan en una descongestión de la mucosa y una mejoría en la respiración.
RECETA 2
Se selecciona un rábano grande, se rellena de miel y se deja en un lugar caliente. Al cabo de unas horas se ingiere el contenido y el rábano. Su sabor es agradable y sus efectos excelentes para curar la tos infantil.
RECETA 3
Se mezcla, en una taza con 3 ó 4 cucharadas de miel, la ralladura de un rábano entero junto con el jugo que se haya desprendido al rallarlo. Luego se deja reposar durante unas horas. Pasado este tiempo, se prensa tamizándolo a través de un paño de lino, con lo que se obtiene una “miel de rábano” que habrá de tomarse varias veces al día a razón de 1 ó 2 cucharaditas en cada toma. Esta leche de rábano es especialmente indicada para niños.
RECETA 4
Se mezclan 5 cucharaditas de miel con 1 cucharada colmada de ralladura de rábano y, sin prensar la mezcla, se añade 1 cucharada de cebolla picada y 5 cucharadas de agua. Luego se calienta el conjunto hasta que hierva. Una vez fría, la “miel” resultante estará lista para sus uso. La dosis recomendada es de 1 cucharadita 5 veces al día.
- Para el tratamiento del reuma, dolores de muelas y de cabeza se emplean apósitos de rábano rusticano.
MODO DE PREPARACION EL APOSITO DE RABANO
Se tritura medio manojo de rábanos y se mezclan con un poco de agua (2 ó 3 cucharaditas). El puré obtenido se extiende sobre un paño de lino (formando una capa de aproximadamente 1 centímetro y medio de espesor) y se aplica sobre la parte afectada por el dolor, cubriéndola luego con un paño de lana. Tratándose de dolor de cabeza el apósito debe colocarse en la nuca. Si se trata de dolor de muelas, en la mejilla. el apósito deberá retirarse al cabo de 5 ó como máximo 10 minutos.
Si se tiene una piel muy sensible, deberá frotarse previamente la parte a tratar con un poco de mantequilla sin sal o manteca de cerdo.
Si se tiene una piel muy sensible, deberá frotarse previamente la parte a tratar con un poco de mantequilla sin sal o manteca de cerdo.
Rábano para digerir los alimentos almidonados
• Si acaba de ingerir una comida copiosa con exceso de alimentos almidonados tales como: granos, pastas, papas y otros alimentos semejantes, procure consumir por lo menos un rábano, de preferencia del tipo Daikon crudo.
• O bien, puede acompañar esta comida con una guarnición de rábano crudo.
Rábano para reducir los depósitos solidificados de grasa
• En dos tazas de agua, vierta una cucharada de jugo de rábano, una cucharada de jugo de zanahoria, siete gotas de salsa de soya, una cucharada de jugo de limón y una pizca de alga marina.
• Deje hervir durante cinco minutos.
• Retire del fuego y filtre.
• Beba dos tazas al día; una por la mañana y la otra antes de ir a la cama.
Rábano para la tos y fiebre
• Prepare un caldo de carne de cerdo de forma cotidiana.
• Extraiga el caldo y vierta en él dos rábanos secos en trozos.
• Vuelva a poner al fuego durante 40 minutos.
• Retire y tome cuantas tazas sean necesarias hasta obtener mejoría.
Rábano para la diarrea
• Licue un puño de rábanos rojos picados, una taza de leche fría y media cucharada de fécula de maíz.
• Repita la dosis en cuatro horas si es necesario, ya que este remedio detiene la diarrea, incluso la crónica, en menos de media hora.
Rábano para prevenir los cálculos biliares y renales
• Licue dos rábanos rojos picados con media taza de vino tinto.
• Beba de inmediato.
• Esto le ayudará a eliminar los cálculos existentes y a evitar que se formen de nuevo.
Rábano para el mal olor de pies y axilas
• Extraiga el jugo de una docena de rábanos rojos, vierta en un atomizador y agréguele un cuarto de cucharada de glicerina como conservador.
• Cada vez que lo requiera rocíe sobre los pies y axilas, notará que hasta el olor más penetrante desaparece en seguida.
Rábano para quemaduras leves
• Extraiga el jugo de una docena de rábanos y bañe con él las partes afectadas.
• Repita cuantas veces sea necesario.
Rábano para aliviar las escaldaduras
• Licue ocho rábanos rojos con un poco de hielo.
• Cuando obtenga una mezcla uniforme, detenga y unte con esta las partes afectadas.
• Este remedio es impresionantemente rápido.
Rábano contra el cáncer
• Prepare una infusión a base de ocho rábanos rojos y medio litro de agua. Deje hervir durante cinco minutos, retire y beba de inmediato.
• Esto le ayudará a prevenir y controlar el cáncer abdominal.
Fuente: Remedios caseros, M. Pahlow, Círculo de Lectores
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