Gusanos, hormigas, saltamontes, chapulines, abejas, avispas, polillas, orugas o mariposas ¿qué le gustaría comer hoy?... por más repulsivo o repugnante que pueda parecer, para la Organización para la Agricultura y la Alimentación de Naciones Unidas, (FAO por sus siglas en inglés) los insectos podrían ser la solución a la crisis alimentaria que viven varios países.
De acuerdo con un informe de la FAO, actualmente se consumen a diario hasta 527 especies diferentes de insectos en 36 países de África al igual que en 29 países de Asia y 23 en América Latina. La masa corporal de los insectos está compuesta por un alto contenido de proteínas, por lo que Naciones Unidas los considera una potencial fuente nutricional de alto valor biológico para millones de personas que en todo el planeta padecen de hambre o desnutrición.
Los insectos tiene una mayor cantidad de proteínas y grasas que las carnes o los pescados, además de un alto aporte vitamínico y mineral.
Por ejemplo, 100 gramos de orugas aportarían 53 gramos de proteínas, un 17% de carbohidratos y un 15% de materia grasa, lo que se traduciría en un valor energético de unas 430 kilocalorías. Según la Sociedad Entomólogica de Estados Unidos, la termitas, las orugas, los saltamontes, las moscas, las arañas y gorgojos constituyen mejores fuentes de proteínas que el pollo, el cerdo, el cordero y la vaca y, además, apenas tienen grasa y colesterol.
Los expertos también destacan que los insectos son un producto ecológico, de fácil reproducción y fácil de conseguir, se pueden transformar en alimentos más fáciles de comer como harinas y por su bajo precio los hace asequibles para las personas de bajos recursos.
En las regiones donde los insectos forman de manera tradicional parte de la dieta se suelen consumir tanto crudos como cocinados. Por ejemplo, en Japón los saltamontes, las pupas de los gusanos de seda y de abejas se cocinan en salsa de soja y azúcar y se sirven como aperitivos.
En otras partes de Asia, los escarabajos, escorpiones y arañas tarántulas se suelen freír y se comen como aperitivo o se sirven como acompañamiento de otros alimentos como vegetales. En el continente americano las hormigas y las termitas se tuestan y es muy valorado su carácter crujiente gracias a su exoesqueleto, y en África algunos tipos de gusano se cocinan en forma de guiso.
De acuerdo con un informe de la FAO, actualmente se consumen a diario hasta 527 especies diferentes de insectos en 36 países de África al igual que en 29 países de Asia y 23 en América Latina. La masa corporal de los insectos está compuesta por un alto contenido de proteínas, por lo que Naciones Unidas los considera una potencial fuente nutricional de alto valor biológico para millones de personas que en todo el planeta padecen de hambre o desnutrición.
Los insectos tiene una mayor cantidad de proteínas y grasas que las carnes o los pescados, además de un alto aporte vitamínico y mineral.
Por ejemplo, 100 gramos de orugas aportarían 53 gramos de proteínas, un 17% de carbohidratos y un 15% de materia grasa, lo que se traduciría en un valor energético de unas 430 kilocalorías. Según la Sociedad Entomólogica de Estados Unidos, la termitas, las orugas, los saltamontes, las moscas, las arañas y gorgojos constituyen mejores fuentes de proteínas que el pollo, el cerdo, el cordero y la vaca y, además, apenas tienen grasa y colesterol.
Los expertos también destacan que los insectos son un producto ecológico, de fácil reproducción y fácil de conseguir, se pueden transformar en alimentos más fáciles de comer como harinas y por su bajo precio los hace asequibles para las personas de bajos recursos.
En las regiones donde los insectos forman de manera tradicional parte de la dieta se suelen consumir tanto crudos como cocinados. Por ejemplo, en Japón los saltamontes, las pupas de los gusanos de seda y de abejas se cocinan en salsa de soja y azúcar y se sirven como aperitivos.
En otras partes de Asia, los escarabajos, escorpiones y arañas tarántulas se suelen freír y se comen como aperitivo o se sirven como acompañamiento de otros alimentos como vegetales. En el continente americano las hormigas y las termitas se tuestan y es muy valorado su carácter crujiente gracias a su exoesqueleto, y en África algunos tipos de gusano se cocinan en forma de guiso.
En el mundo existen cerca de 1,681 especies de insectos aptos para la alimentación. Un plato de gusanos frito servido con una cucharada de guacamole es uno de los platillos más pedidos en la Hostería de Santo Domingo en la Ciudad de México, México.
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