Washington, Andina. Expertos observan con atención una llamarada solar de mediana intensidad que impactará hoy hacia el final del día al planeta Venus, y mañana llegará a la Tierra, según cálculos del Laboratorio de Clima Espacial Goddard, de la NASA.
Las previsiones no dejan lugar a dudas. Hace dos días, durante la mañana del 16 de enero (a las 0400 UT), las manchas solares 1401 y 1402 estallaron produciendo una llamarada solar de clase C6 y una brillante eyección de masa coronal que impactará directamente, a última hora de hoy, contra el planeta Venus, arrancándole una pequeña parte de su atmósfera.
No se trata de una erupción solar excesivamente fuerte, sino de una de intensidad media. Según cómo sea de potente su pico de emisión de rayos X (medido en Watios por metro cuadrado), las erupciones solares se clasifican con las letras A, B, C, M o X (siendo X las más potentes). Cada letra, además, va seguida por un número del 1 al 9.
Sin embargo, y a pesar de que la llamarada no fue especialmente intensa, la inmensa nube de ardiente radiación y materia solar (la eyección de masa coronal o CME) embestirá de lleno al planeta vecino, según la trayectoria calculada por los expertos del Laboratorio de Clima Espacial Goddard.
A diferencia de lo que sucede en la Tierra, Venus no cuenta con un escudo magnético que pueda protegerlo de esta clase de eventos espaciales, por lo que el impacto se dejará notar directamente en su atmósfera.
El resultado, según los expertos, será el deterioro de una parte de la envoltura gaseosa de Venus, en concreto de su densa capa de nubes. A pesar de la violencia del fenómeno, sin embargo, Venus no se resentirá especialmente. En efecto, su atmósfera es una de las más densas de todo el Sistema Solar, y esa circunstancia hará que Venus sea capaz de resistir el embate.
Al día siguiente de su paso por Venus (el 19 de enero), la gran nube de partículas de la eyección de masa solar llegará hasta la Tierra y chocará contra su campo magnético, que la desviará en su mayor parte hacia los polos. Se espera, para ese día, una intensa actividad geomagnética y auroras boreales alrededor del Círculo Polar Ártico.
El 2011 la actividad solar registrada fue algo intensa, y los científicos mantienen la atención, ya que un fenómeno violento de este tipo debe tener lugar para 2012 ó 2013, sin que a pesar de las numerosas investigaciones en curso se puedan prevenir cada una de estas erupciones, pues en su mayoría surgen sin mayores avisos.
Hasta el momento la tormenta solar más severa registrada en la historia ocurrió en 1859, y se lo conoce como la fulguración de Carrington, o el evento Carrington, la cual causó fallas electromagnéticas a lo largo de todo el mundo, y aparecieron auroras en latitudes tan extrañas como el ecuador.
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