domingo, 26 de febrero de 2012

Cuidar el estomágo

El estómago es el centro de procesamiento y puede convertirse en un gran aliado de la salud y belleza si lo mantienes en buenas condiciones. Bien canta el refrán que en el estómago se fragua la salud. Y así es. Si tu estómago no funciona bien, no podrás gozar de salud ni de energía y belleza, pues los nutrientes no podrán absorberse bien y a tu organismo l costara deshacerse de toxinas y desechos que pasaran a tu sangre y luego, a tu piel.
¿Cómo saber si tu estómago está funcionando correctamente?
La piel es uno de los factores que evidencian la salud del estómago, pero también otros síntomas que avisan que tu estómago no está en buenas condiciones, podrían ser:
• El aliento o la boca pastosa.
• La lengua blanca.
• El estómago inflamado o adolorido.
• El exceso de gases
• Poco apetito o nauseas.
• Estreñimiento o diarrea.
• Indigestiones
• Empachos
Estos síntomas pueden hablar de un sistema digestivo deficiente. Si padeces alguno de ellos, es necesario que tomes cartas en el asunto cuanto antes, de manera que tu estómago pueda recobrar su correcta funcionalidad.
Para cuidar tu sistema digestivo, es fundamental vigilar lo que comes, pues lo que llega al interior de tu estómago determinara la salud de tu colón.
Los alimentos y hábitos que son pésimos para el sistema digestivo son:
La leche de vaca y derivados: la cual es de muy pesada digestión, ya que nuestro estómago no está diseñado para beber esta leche, ya que contiene una enzima para la cual nuestro organismo no tiene forma de digerirla. Por este motivo, la leche suele pegostearse en el revestimiento intestinal causando empachos, gases, inflamación del estómago y acumulación de toxinas y grasas nocivas.
Comer desordenadamente provoca que el estómago no tenga descanso y este funcionando constantemente, lo cual puede causar dolor, molestias, malas digestiones y una mala absorción de nutrientes.
Combinar inadecuadamente los alimentos: una inadecuada combinación de alimentos puede generar muchos problemas de digestión. Por ejemplo, combinar carbohidratos con proteínas no es nada recomendable, ya que para digerir las proteínas se requiere un determinado ph gástrico (ácido), mientras que para digerir los carbohidratos se requiere otro ph (alcalino). Cuando estos dos alimentos entran al estómago al mismo tiempo, los jugos gástricos tiene que hacer esfuerzos considerables para digerir ambos alimentos, ya que los diferentes ph son incompatibles. Así que lo más recomendable es comer las proteínas y los carbohidratos por separado (puede consultar la correcta combinación de alimentos en este enlace: )
No beber suficiente agua también provoca grandes conflictos en el estómago, ya que la digestión se hará pesada y las heces estarán mal hidratadas, por lo que se puede correr el riesgo de estreñimiento, indigestión, intoxicación, etc. Se debe beber al menos dos litros de agua diariamente y evitar tomar mas de un vaso de agua en las comidas para evita que el ph este muy diluido.
Cocinar mucho los alimentos es muy poco nutritivo y funcional para el estómago. Se deben preferir los alimentos más crudos, sobre todo, evitar cocinar frutas y verduras, comerlas frescas es lo más apropiado y saludable.
La carne roja carece de fibra esencial para la evacuación del residuo intestinal. El consumo de esta da pie a innumerables padecimientos del sistema digestivo como colitis, diverticulosis, hemorroides, estreñimiento, toxemia, etc. Además de esto, se debe considerar que el estómago de los carnivoros es un simple saco redondo que segrega diez veces más ácido clorhídrico que el estómago de un vegetariano. El estómago del ser humano es de forma oblonga, de estructura complicada y muy largos, lo cual provoca que la carne se quede en el cuerpo por más tiempo y se llegue a fermentar en el mismo cuerpo, causando cantidad de toxinas. Si vas comer carne, lo mejo es acompañarla con una ensalada fresca de abundantes vegetales y evitar comerla más de dos veces a la semana.
Para cuidar tu estómago:
Beber infusiones digestivas es un elixir para el estómago. Las más recomendables son las de manzanilla, hierbabuena y anis para después de comer. La única regla es que hay que beberlas 20 minutos después de haber comido y procurar no endulzar.
Se debe realizar actividad física para estimular los intestinos y ayudarles a evacua correctamente. Se debe practicar yoga o alguna otra actividad treinta minutos al día como mínimo.
Prefiere los alimentos más crudos y con mucha fibra, como los cereales integrales.
• Evita irritantes y vinagres o alcoholes.
Mastica despacio y disfruta tu comida. Nunca comas con prisa.
• Come bocados pequeños y ensaliva bien la comida.
• Si estas estresado o acabas de enojarte, mejor esperar a estar más relajados.
Evita combinar el azúcar o las frutas con cualquier alimento.
• Evita el estrés o las presiones las cuales provocan que el estómago se llene de gases y se inflame, además de que la digestión se hará pesada.
• Tu primer alimento deberá ser una fruta citrica o un te con jugo de limón, para ayudar a evacua las toxinas que se juntaron en tu cuerpo durante la noche.


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