martes, 29 de mayo de 2012

Fumar Marihuana (Cannabis, porros)

Otra de las plantitas que forman parte de las bellezas de la naturaleza es la cannabis, la cual ha causado mucha controversia y opiniones variadas respecto a su uso y consumo.

Hay quienes motivan o excusan el consumo de la marihuana, mientras otros tratan de desalentarlo. En realidad, fumar marihuana no es ninguna acción que esté “mal o bien“, pues cada ser humano es libre de decidir lo que mejor prefiere para su vida y en qué la quiere convertir.

Por eso, aquí el punto principal es conocer la planta y hacer una valoración objetiva de lo que conlleva a fumarla o utilizarla, considerando sus ventajas y desventajas, valorando la perspectiva desde la cual se elige, descarta o se mantiene su uso.

¿Qué es la Cannabis?

Cannabis sativa es el nombre que recibe la planta cuyas hojas y frutos son la marihuana. Esta se puede fumar pura o mezclada. El hachís (que tiene efectos estimulantes un poco más poderosos en la psique) es la resina que secreta la planta.

Fumar Marihuana (Cannabis, porros)Desde hace miles de años que esta planta a sido cultivada como fuente de fibra textil para manufacturar vestidos, ropa, cuerda, etc., y como aceite de semillas y alimento (en el caso de las especies sin contenido de THC  o cáñamo, el cual produce en el cerebro una hormona asociada a los efectos de placer o gozo, un elemento conocido como “molécula de la felicidad”.

El contenido de THC o elemento psicoactivo en un “porro” va de 2 a 10 mg, del cual se absorbe un 50% por inhalación y otro 25% se expulsa con el humo. Los efectos de fumar cannabis aparecen a partir de 0,05 mg por kilo de peso, y debido a sus consecuencias desarmónicas en el cuerpo, es una de las pocas plantas cuyo cultivo se ha restringido o incluso prohibido en muchos países.

La Marihuana (nombre genérico de la planta que designa sus cogollos u órganos reproductivos femeninos) no es sólo una hierba que relaja y crea estados alterados de consciencia, sino que es una planta que tiene ventajas terapéuticas  y medicinales, destacando sus propiedades analgésicas, antiespasmódicas y relajantes musculares.

¿Qué sucede cuando se fuma marihuana?

Los efectos que provoca son (algunos considerados como ventajas medicinales) son:

• Desinhibición.
 • Anula la presión, es relajante
 • Evita náuseas y vómitos
 • Estimula apetito (efecto aperitivo),  y revigoriza al paciente
 • Actúa como broncodilatador
 • A los creadores como pintores, escritores, etc., los ayuda a inspirarse.
 • Actúa en el comportamiento dando seguridad
 • Mitiga dolor parto y menstruación
 • Reduce malestar radiaciones y quimioterapia
 • Se ha mostrado eficaz en curas de desintoxicación y rehabilitación acerca de estas drogas.

En medicina, se utiliza para tratar ciertas patologías como:

• Asma
 • Anorexia
 • Depresiones
 • Glaucoma (aumento de la presión intraocular
 • Efectos secundarios quimoterapia (náuseas, pérdida apetito y malestar
 • Epilepsia, espasmos y convulsiones
 • Dolores
 • Cáncer
 • Dependencia a opiáceos y alcohol.

¿Qué provoca el uso frecuente de la Cannabis?

En medicina, se ha autorizado su uso controlado y supervisado en algunos medicamentos. Sin embargo, las personas que fuman “porros” con frecuencia y sin un control pueden estar siendo motivadas por varias razones:

• Para calmar ansiedad o sentirse más relajados para poder expresarse.
 • Desvanecer la presión de su cuerpo y sistema nervioso, lo cual les relaja y les provoca una sensación placentera.
 • Para tener algún tipo de contacto espiritual.
 • Cómo un medio ceremonial o crear estados alterados de conciencia.

Muchas de las personas que fuman cannabis con frecuencia la encuentran un medio efectivo (pero pasajero) para liberarse de las presiones internas o de emociones como la ansiedad o el temor. Quizá fumar un porro venga bien de vez en cuando, pero su uso descontrolado puede llevarl, con el tiempo, a una adicción cada vez más fuerte.

¿Adicción o justificación?

Aunque su uso sin duda es más noble que el de otras drogas como la cocaina o LSD, la cannabis no deja de ser, como todo medicamento o sustancia medicinal, una forma de motivar o incitar al cuerpo de una forma externa a que reaccione de ciertas formas. La marihuana es una droga exógena, la cual provoca reacciones en el sistema nervioso. Fumar un porro es, cuando el cuerpo se ha acostumbrado a su quimica, un recurso rápido para calmarse y bajar el estrés, el cansancio o la inhibición. Hay quienes la usan para poder contactar con fuerzas espirituales o volverse más sensibles a ellas, o para aguantar más horas de trabajo sombreando el agotamiento natural del cuerpo. Es buena amiga de creadores ya que les ayuda a bajar las musas del cielo.

Sin embargo, el uso frecuente y descontrolado de la cannabis comienza a crear dependencia debido a que el sistema nervioso comienza a depender de su uso para poder relajarse y tener cierto gozo o paz, y más allá de la justificación que se le de para fumarla, esta no deja de tener efectos bioquímicos en el cerebro, influyendo las redes neuronales, lo cual empezará a desatar con el tiempo y con el uso cotidiano varios trastornos de conducta como:
 Aislamiento emocional.
 Un débil manejo de emociones lo cual conlleva a problemas familiares, afectivos, sociales y económicos.
 No querer ver los problemas, limitaciones o carencias personales de una forma clara para darles solución. Debido al dolor o frustraciones que los problemas o limitaciones representan, es más fácil evadirlos con un remedio pasajero que haga sentir a la persona más en paz o armonía.  
 Baja concentración en estudios y trabajo.
 Intolerancia ante lo que no concuerda con la forma personal de pensar o ver la vida.
 Periodos de estrés y ansiedad cada vez más fuertes.
 Temperamento iracundo y rebelde o lo contrario, como la timidez.
 Mente confusa y ansiedad, (lo cual, por cierto, también sucede cuando uno intenta dejar la droga, justo en el periodo de abstinencia).

Cuando el placer de una fumada pasa a adicción, lo cual significa que ya hay una necesidad de fumar para inspirarse o sentirse tranquilo, la adicción provoca dichas  consecuencias debido a que el sistema nervioso empieza a depender de su dosis diaria, y cuando no es suministrada provoca ansiedad, nerviosismo, rebeldía y/o agresividad, etc., según la persona.  El poder adictivo provoca que el consumidor incremente sus dosis poco a poco, muchas veces sin percatarse de esto las personas van fumando cada vez con mayor frecuencia, hasta que simplemente no pueden prescindir de esta y entonces, empieza a decaer su sistema nervioso, lo cual las lleva a querer fumar más y a provocar que la necesidad de fumar domine a la persona.

¿Es necesario dejar la Marihuana?

Eso depende, de que tanto uno tenga consciencia de lo que en verdad quiere en su vida. Puede que fumar cannabis no sea “malo”, sobre todo cuando se hace de vez en cuando, como comerse un chocolate, etc. Pero si uno desea lograr, sin medios externos, un  dominio sobre su naturaleza emocional o su energia creativa, y desea poder relacionarse con las experiencias de la vida de una forma más entera, profunda y creativamente madura, la cannabis puede sombrear este anhelo debido a que la droga, cuando genera adicción, puede estar encubriendo sentimientos profundos y creando dependencia.

El cerebro tiene la maravillosa capacidad de crear sus propias drogas y elixires para inspirarse, calmarse, dar gozo, deshinibirse, crear estados de consciencia sublimes, etc. Se puede optar por generar estos elixires o drogas endógenas ya sea por medios  externos como las drogas o educando al cerebro o a la mente  a que lo haga por si sólo, lo cual genera sin duda menos dependencia  y una mente más dominada y fuerte. Pero todo esto sólo es cuestión de elección.

¿Cómo dejar de fumar Marihuana, Cannabis o porros cuando ya se es adicto?

Habría que empezar por tener mucha voluntad y determinación, para poder enfrentar el periodo de abstinencia, el cual se puede manifestar con un exceso de nerviosismo, ansiedad, depresión, falta de apetito, insomnio, confusión mental, etc.

Durante un proceso de desintoxicación, el cuerpo tendrá que volver a acostumbrarse a crear su propia bioquímica para autoregularse emocionalmente, lo cual requiere tiempo y paciencia. Este es un periodo que requiere de mucho apoyo por parte de amigos y familiares, o de alguna persona cercana que pueda apoyar el proceso mediante alguna técnica terapéutica.

La rehabilitación sucede después de la etapa de desintoxicación, en donde una herramienta alternativa como la bioenergía o la terapia integral funcionan de maravilla para conducir a la persona a una recuperación total. Las sesiones de terapia pueden ayudar a la persona a encontrar un nuevo sentido en el manejo de sus emociones e incluso de su mente. La guía espiritual también es de mucha ayuda para evitar que la persona regrese nuevamente a la adicción.

Sin embargo, la orientación mediante el conocimiento de uno mismo y la comprensión del sentimiento es sin duda la herramienta más poderosas para que la persona restablezca un contacto con su mundo afectivo y aprenda un manejo consciente y realmente poderoso de las experiencias de su vida, y pueda entonces evitar dependencias de todo tipo para sentirse más pleno y libre.
 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tú comentario es muy importante